Llegó diciembre y nunca lo habíamos esperado tanto. Un año en el que la muerte y la pérdida, en tantos sentidos, fueron los protagonistas, la música nuevamente demostró su poder en el plano mundial: nuevas discusiones y temas tan candentes resignificaron la canción de protesta en un mundo colapsado. Grandes artistas nos dejaron físicamente (David Bowie existía en carne y hueso) y dos de ellos nos dejaron su despedida días antes de la muerte. Pero también fue el año de algunos regresos y los siempre bienvenidos debuts que aportan la frescura que todos buscamos.
Estos 50 títulos que hoy presentamos son el retrato de los discos que nos acompañaron en los últimos doce meses. Hubo más, muchos más (en total, nuestro staff eligió 198 discos) pero en la lista solo ingresan 50.
Si hacen clic en las tapas, pueden ir a la plataforma digital que ofrece el disco en streaming. Algunos títulos también tienen una reseña completa, previamente publicada, que pueden leer siguiendo el link que aparece al lado de la firma del autor.
50. Angel Olsen – My Woman
Jagjaguwar
Este es el cuarto trabajo de estudio de la joven originaria de Missouri que además de haberse ganado un notable lugar en el mundo de la música, se reinventó a ella misma buscando otros sonidos sin descuidar su esencia. Acá hay folk, hay pop, alguna que otra guitarra rockera y sobre todas las cosas, hay bastante melancolía en la atmósfera. Lanzado a través del sello Jagjaguwar a principios del mes de septiembre y con una gran aceptación a nivel mundial, Angel Olsen trabajó como co-directora para los videoclips de los cortes “Intern” y “Shut Up Kiss Me”, se divirtió patinando, lució pelucas brillantes y nos acercó un disco que según ella recorre temáticas que se relacionan con lo complicado de ser mujer hoy en día. Podríamos decir que Olsen se desvió un poco del camino que había marcado anteriormente con Burn Your Fire for No Witness pero así y todo el dejo de tristeza con el que recuerda relaciones pasadas y amores que ya no están, sigue presente al momento de componer sus temas. Con letras casi introspectivas y algunas baladas, My Woman tiene los puntos más altos con canciones como “Sister”, “Give It Up” o “Woman”, en la que la cantante luce su voz tan particular y nos deja ser partícipes de algo que parece súper íntimo. – Florencia Garrido
49. Perras on the Beach – Chupalapija
Independiente
Chupalapija tiene una energía muy fresca que de tan espontánea y desvergonzada conmueve a través de diferentes humores, con mucha verticalidad y simpleza. Pero esta simpleza no es para nada torpe, ni tan cabeza como podría pensarse: una tapa de canguros swag con bling blings en el cuello anticipa las canciones flasheras, gritonas, puteadoras con improvisada prolijidad; sin embargo, múltiples influencias y sonidos variados constituyen un disco potente, sólido: con una paleta de sonidos amplia, una calidad y un trabajo que los aleja bastante del predecible lo-fi que podría esperarse de un primer trabajo. Las canciones pasan por el folk lisérgico, un punk rocanroleado y hasta hip hop con rimas absurdamente burlonas que conviven armónicamente bajo el espíritu ecléctico y deshinibido del disco. – Reseña completa – Francisco Fradi
48. Los Besos – Un disco de Los Besos
Independiente
Después de los EPs 1 y 2 (que fueron compilados en una única publicación en Bandcamp), Los Besos suma integrantes a la banda y publica el primer disco anunciado como tal. La simpleza y minimalismo del nombre y de la portada son el menú de entrada para el universo de las canciones de Paula Trama y su banda. Apenas seis canciones, en dieciocho minutos, son suficientes para caer en los encantos de su poesía, tan contemporánea como para hablar del Candy Crush pero tan clásica como para interpretar a la Velvet Underground en “Soy tu ventana“. La sutileza y la pista como fascinación en la seducción son elementos que están presentes en toda la obra de Trama y en este primer LP de Los Besos son la bandera, el eje. “Despacio” es el lentazo, la política “8N” el hit. Rodrigo Piedra
47. Pablo Neptuno – Aventura
Cool Ghost Records
El “Mac DeMarco argentino”, como mas de una vez escuché que se le refería, estrenó su disco Aventura después de dos adelantos que fueron engañosos para sacar conclusiones sobre la totalidad del disco, que resultó ser una grata sorpresa. Todas las canciones que comprenden el disco tienen su propia identidad, si bien en trasfondo tienen una base, y el lo-fi como principio, muchas canciones sobresalen por el contraste con su antecesora: “Adios jovencita” es un ejemplo, un minuto que sirve de pausa o especie de interlude y nos saca de donde veníamos. A continuación en “Av. Córdoba” una grave voz camina sobre una base de percusión y teclado de forma muy agradable, pero choca con la que le sigue, “Iglu“, que es una suave guitarra a la que después se le suma una voz matizada. En esencia todas las canciones que hacen Aventura son un punto aparte, que solo piensan en sí misma pero la originalidad individual de este colectivo hace que sean eso, un colectivo que puede convivir con armonía entre tema y tema. – Martín Cordova
46. Justice – Woman
Because Music / Ed Banger
Este año marcó el regreso de Justice. Aunque nunca estuvieron ausentes realmente (gran parte de ese tiempo entre Audio, Video, Disco y Woman lo emplearon en ir de gira en gira hasta que en 2014 volvieron a meterse al estudio). Al parecer el resultado no fue el que los fans de una banda de ese tamaño deseaban. Si bien fue común escuchar comentarios como el de “este disco no está tan bueno”, el hecho de que los franceses hayan lanzado material nuevo después de cinco años era razón suficiente para emocionarse; ritmos en su punto, líneas de bajo implacables que realzan el valor de los sintes y sampleos son parte de la fórmula de este material. El inicio con “Safe and Sound” es ambiental, susurrante y pagajosa pero no termina de explotar. Después “Pleasure” muestra los primeros rasgos de ¿madurez? en los que se apuesta por lo seguro y se renuncia un poco a la sorpresa. En “Stop” se apuesta por el sintetizador, apuesta que cambia a las guitarras en “Fire”, mucho más popera y alejada de la electrónica, pero sin dejar de sonar a Justice. Sin embargo, temas como “Alakazam” o “Heavy Metal” recuerdan al Justice de hace unos años, el que los fans pedían y que era un éxito seguro en la pista de baile y que tan distantes parecen de las nuevas estructuras, pese a las líneas funky, los sofisticados sintetizadores y los guiños a la electrónica ochentera. La cosa sigue, pues aunque el resultado es más apaciguado, es suficiente para llegar al climax en distintos puntos. Quizás el reclamo más legítimo es que les faltó experimentar más, pero temas como “Fire” o “Stop” bastan para apagar el fuego y, de nuevo, poner a bailar al mundo. – Samuel Nava
45. Mi Nave – Tristeza
Polvo Bureau
Con su tercer LP, Mi Nave terminó de alejarse de las inclinaciones ruidosas de su debut Brillante. Editado por Polvo Bureau, Tristeza es un disco apropiadamente nombrado. La capacidad de la banda de barnizar canciones dotadas de vitalidad con un sutil dejo de melancolía evidencia una gama emocional tan desarrollada como las destrezas individuales de sus integrantes. Precisamente de eso se trata Mi Nave; de dejar de lado la jerarquía y poner a sus eslabones al servicio de algo mayor: una confluencia orgánica de talentos increíbles e instrumentación abundante. El resultado de esta intersección musical (en conjunto a la co-producción de Diego Acosta) son diez tracks increíbles, donde priman las atmósferas, las texturas y una producción excelente. Tristeza termina de confirmar lo que ya todos sospechábamos: que Mi Nave es la mejor banda rosarina de la actualidad. – Bartolomé Armentano
44. Ases Falsos – El hombre puede
Quemasucabeza
El hombre puede y Ases Falsos también. Dos años después de su último lanzamiento, los chilenos regresan con un disco con muchos más matices y lo mismo cargado de un montón de frases duras que apuntan a la cabeza e incomodan a más de uno con nostálgicas historias de desamor y añoranza. Grabado por Kily González y producido por Martín del Real, El hombre puede salió a la luz bajo el famoso sello Quemasucabeza. Si bien el disco se encuentra lleno de esa nostalgia inherente a la música chilena contemporánea, se encuentra marcada con dos tonos distintos, pues mientras la primera mitad del disco luce crítica y rebelde, líricamente hablando, el resto transcurre entre historias de amor y desamor. – Reseña completa – Samuel Nava
43. Soft Hair – Soft Hair
Weird World
Connan Mockasin y Sam Dust de LA Priest y Late of the Pier tienen un proyecto llamado Soft Hair, con el cual lanzaron su álbum debut homónimo, Soft Hair, en octubre. Para dar a conocer el proyecto estrenaron el video de “Lying Has To Stop“, una rendición de cuentas lisérgicas, con altas dosis de locura, extrañeza y sensualidad trasnochada. La grabación del disco ocurrió a lo largo de los útlimos cinco años, mientras ambos trabajaban en paralelo con sus proyectos como solistas. Después de la dispersión de Late of the Pier, a quien Connan apoyó en su gira 2009 (cuando se conocieron los dos), Sam viajó al este de África, Europa y otros lugares, pasando el tiempo inventando instrumentos, produciendo y dirigiendo, emergiendo como LA Priest en 2015 con su álbum debut Inji. Las canciones de este disco fueron escritas y grabadas en diferentes locaciones, implementando métodos nuevos que ninguno de los dos habían usado previamente, ofreciéndonos un disco musicalmente atractivo y estrambótico. – María Acrich
42. Weezer – Weezer (White Album)
Crush
Cuando en la madrugada del primero de abril Weezer anunció en las redes que su nuevo disco estaba ya disponible, los comentarios de los fans empezaron a hacerse sentir: “¡Es increíble que hayan hecho dos buenos discos seguidos!”, parecía ser el pensamiento general. Después del excelente Everything Will Be Alright in the End (2014), podremos seguir celebrando con el nuevo disco de los californianos; otro disco sin título que obtiene su nombre del color de la portada (lo mismo que pasó con el “Blue”, el “Red” y el “Green” album) y es un nuevo retorno a las bases que la banda levantó en los noventa. Una estructura conformada por guitarras distorsionadas, riffs tan poderosos como melancólicos y estribillos pegadizos que lloran como lo hacen los anti-héroes, los actores secundarios, olvidados, esos que también quisieran salvar al mundo y quedarse con la chica. Como una oda al verano, las canciones de este álbum blanco giran en torno a la playa, los pelos al viento, las olas y el amor pasajero. En definitiva, es un clásico álbum de Weezer, donde si bien la madurez es evidente, la juventud interminable de su música da a luz a canciones con una total frescura; diez nuevos himnos de victoria de cuatro eternos perdedores. – Reseña completa – Lisandro Ruiz Díaz
41. The Last Shadow Puppets – Everything You’ve Come to Expect
Domino
Cuando parecía que no se volvería a escuchar ni ver un nuevo álbum del dúo inglés, Alex Turner (Arctic Monkeys) y Miles Kane (ex Rascals), lanzaron Everything You’ve Come To Expect, su nuevo disco, con un sonido cada vez más perdido en las sombras. The Age of Understatement, su álbum debut, se caracterizó por ritmos veloces, rasgueos galopantes y cierta solemnidad que lo llevo al éxito mundial. La secuela es totalmente distinta, pero tampoco irreconocible. Everything You’ve Come To Expect es más contemplativo, es un trance tenue que por momentos se atrasa y por otros se vuelve más ligero en el paso. Da la sensación de que está a punto de estallar en un mar de intensidad, pero sin embargo, las canciones no sorprenden por la sorpresa sino por la ausencia de lo inesperado, dejando una incógnita en cada track. Los ritmos del post-punk y la compañía de los arreglos orquestales para darle espectacularidad a las canciones se encuentran presentes, como lo estuvieron en su anterior disco, y quizás sea lo que equilibra la balanza. – Reseña completa – Miguel Anuar Falú